17.12.2019. Una vez conocida la noticia de que el cura Eduardo Lorenzo se había quitado la vida en la sede de Cáritas La Plata, el arzobispo de la ciudad, monseñor Víctor Fernández, pretendió acercarse hasta el inmueble en cuestión ubicado en calle 4 entre 49 y 50.
De acuerdo a las informaciones de los investigadores, el cura se suicidó con un arma de fuego en horas de la tarde de este último lunes, pero su cuerpo sin vida fue encontrado alrededor de las 22:30.
Precisamente, y por orden de Fernández, el cura Lorenzo –quien tenía a su cargo la Parroquia Inmaculada Madre de Dios de la localidad platense de Gonnet- estaba alojado en dicha dependencia para hacerle evitar el contacto con personas, especialmente, menores de edad.
Sobre el cura pesaba una terrible acusación: abuso sexual con acceso carnal agravado contra al menos cinco víctimas, todas varones, todas menores de edad en casos que se remontan a comienzos de la década del ‘90.
Tras meses de idas y vueltas de la investigación penal iniciada en los tribunales platenses, la jueza Marcela Garmendia pidió la detención de Lorenzo este mismo lunes, lo que desencadenó el suicidio de dicho cura.
Conmovido por la noticia del desenlace, el arzobispo Fernández pretendió llegar a la sede de Cáritas, pero se encontró con un grupo de personas que insultaban a todas aquellas que podrían ser allegadas a Lorenzo.
La indignación fue en ascenso, a tal punto que tuvieron que tomar intervención los efectivos policiales que celosamente cercaron la zona. Fernández tuvo que refugiarse en el hall de acceso a un edificio vecino a Cáritas.
Finalmente, al no poder cumplir con su cometido, el arzobispo de La Plata fue custodiado por los policías hasta un automóvil que lo esperaba para trasladarlo a su residencia.