25.3.2020. - “Nos maltratan en las rutas y en las ciudades y, encima, nos persiguen”.
- “Nos están empujando al desabastecimiento”.
Tal como lo reflejan los videos que circulan por redes sociales y en grupos privados de whatsapp, además de fotos y carteles en los pueblos y ciudades que recorren, los camioneros integran el denominado grupo de admiración conformado por quienes trabajan en todo lo vinculado al sistema de salud, fuerzas de seguridad y del sector de alimentos.
Con su esfuerzo, lejos de sus familias, con el riesgo de contagio, los camioneros recorren cada kilómetro de todas las rutas argentinas para hacer llegar, desde los elementos básicos a las empresas alimentarias para producir alimentos, combustible, alimentos terminados y bebidas. Son días y días lejos de sus casas.
Sin embargo, la parte lamentable e indignante de esta historia es la actitud real que tiene la sociedad, especialmente en los pueblos y ciudades al costado de las rutas, en donde a los camioneros se los trata como “parias”: no se les permite parar para comer, en las estaciones de servicio no se les permite más usar los baños, algunos de los cuales tienen duchas que en el pasado usaban; pero además, las mercaderías se las venden mucho más caro que a los habitantes de los pueblos y ciudades por las que transitan. El alcohol en gel les cuesta el triple que a un vecino.
Juan Vallejos, camionero que carga en la zona de la costa bonaerense, dice que el cereal que lleva a las fábricas para convertirlo en diferentes alimentos, recordó que a un vecino que estaba delante suyo en un comercio de una localidad costera “le cobraban un precio, y a mi me lo triplicaban”.
Vallejos en su recorrido de la zona de Pinamar a Necochea, es testigo de cómo le cierran los baños en las estaciones de servicio, el alcohol en gel se lo cobraron $ 400, “cuando al anterior comprador se lo habían cobrado $ 150.”
El maltrato y el cansancio, está llevando seriamente a analizar a muchos camioneros, cuando se cruzan en las pocas paradas que los dejan estar, a plantearse el hecho de seguir trabajando.
“Estamos sufriendo inhumanas condiciones que debemos resistir cada día, sumado a estar alejados de nuestras familias, más en estos días que quisiéramos estar cuidándolas”, señala otro de los trabajadores del sector.
En sus conversaciones, se replantearon “si vale la pena seguir ayudando a los mismos que nos cierran las puertas de los baños, ni para poder cocinarnos algo al costado de la ruta”.
Durante las reuniones informales, los propios camioneros reconocen que una drástica medida generará un rápido desabastecimiento de mercaderías en todos los centros de consumo del país.
“Esta angustiosa situación la genera el maltrato de una gran parte de la sociedad que sólo le preocupa lo individual y no mira lo colectivo”, agregó Vallejos.
A su vez, en los debates mantenidos se replantean actitudes, como ser el hecho de pensar que “es más importante volver a nuestras casas para cuidar a cada familia que llevarle los alimentos a quienes nos tratan como parias”.