Jueves 3.7.2025
6.5.2020. “Cumpliendo con la palabra dada, nuestras compañeras Karina Fiorito y Carina Moreno acaban de entregar al presidente de la Cooperadora del Hospital General San Martín de La Plata, Ricardo Acuña, decenas de juegos de sábanas y mantas polares para Neonatología, así como un centenar de barbijos triples esterilizados”.
De esta manera, desde la Casa Abierta María Pueblo de la ciudad de La Plata se comunicaba, con orgullo, el trabajo realizado por las mujeres que participan de los talleres organizados por dicha institución.
Cabe señalar que desde hace más de veinte años Casa Abierta María Pueblo asiste a mujeres, niñas y niños víctimas de violencia de género. Dicho refugio, el más grande de la República Argentina, brinda protección y atención integral gratuita.
Lo entregado este miércoles por Fiorito (presidenta de la entidad) y Moreno (vocal), según se explicó, se hizo como una especie de retribución y agradecimiento a “las trabajadoras y los trabajadores de este hospital público que a tantas mujeres víctimas de violencia atendió y operó durante tantos años y así lo seguirá haciendo”.
“Las compañeras de los Talleres de Casa Abierta María Pueblo lo decidieron así, a pesar del abandono de la ayuda del intendente de La Plata, Julio Garro, y de la polifuncionaria Carolina Píparo (actual diputada bonaerense) a nuestra organización en plena Pandemia”, destacaron.
La crítica a Garro y Píparo se hizo en virtud de que en diciembre último decidieron quitar el subsidio a dicha institución. Desde distintos sectores políticos y sociales de la comunidad, el jefe comunal y la diputada (en su condición de secretaria de Asistencia a la Víctima y Políticas de Género de la municipalidad de La Plata) siguen siendo muy cuestionados por tal medida.
El subsidio en cuestión constaba de lo siguiente: la municipalidad de La Plata se hacía cargo, hasta la Navidad de 2019, del pago de una “chancha de gas”, que cuando comenzó la administración Garro tenía un costo de 14.800 pesos. En 2019, inflación mediante, el precio de la misma trepó a 197.500 pesos.
“Acá estamos, nacimos hace más de 20 años cuando casi nadie le prestaba atención ni ayuda a las mujeres, niñas y niños víctimas de violencia”, expresaron desde la CAMP.
Por último, expresaron: “Hoy sabemos, más que nunca, que la solidaridad, el amor al prójimo y la igualdad de derechos entre los géneros siguen siendo el camino para que nuestro país tenga verdadera justicia social”.
