3.4.2023. En su intento por detener y calmar la protesta que estaban llevando a cabo los choferes de colectivos tras el asesinato de uno de sus compañeros, el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, llegó hasta el lugar de la concentración y se encontró con lo inesperado: golpes, insultos, botellazos y piedrazos que lo terminaron llevando al Hospital policial Churruca ubicado en Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Como se sabe, los acontecimientos comenzaron con una tragedia: el asesinato del chofer de la Línea de Colectivos 620, Daniel Barrientos (65) quien estaba a punto de jubilarse. Eso ocurrió a las 04.30 de este lunes en la localidad bonaerense de Virrey del Pino, Partido de La Matanza.
Según se pudo observar, una cámara de seguridad de la cuadra de Bernardino Escribano y Cullen, del barrio Vernazza de dicha localidad, es una de las claves para los investigadores del crimen de Barrientos. En las imágenes se ve cómo la unidad llega a la parada y se suben dos jóvenes. Trece segundos después, y sin que el interno se mueva, los dos bajan corriendo.
En esos 13 segundos fatales, los delincuentes se tirotearon con un Policía de la Ciudad que viajaba como pasajero en el colectivo que manejaba Barrientos. Producto del enfrentamiento, el chofer recibió un disparo en el pecho y murió al instante.
A partir de la trágica noticia, y en solidaridad con la familia de su compañero asesinado y para pedir seguridad en sus puestos de trabajo, choferes de unas 86 líneas de colectivo se plegaron a una medida de fuerza y cortaron la avenida Brigadier Juan Manuel de Rosas, en su intersección con la Avenida General Paz.
Ahí fue donde llegó Berni tras descender de un helicóptero que lo dejó en la General Paz. Lo estaba esperando el ministro de Transporte bonaerense, Jorge D´Onofrio. El recibimiento de los trabajadores fue inesperado: terminó sangrando por los golpes recibidos, estuvo varios minutos acorralado contra la pared de un puente divisor y luego fue rescatado por efectivos de la Policía de la Ciudad.
En el lugar, con cierta indignación, vecinas y vecinos que se acercaron para expresar su solidaridad con los trabajadores fueron coincidentes en sus críticas al gobernador bonaerense, Axel Kicillof; como así también al ministro de Seguridad de la Naci+on,. Aníbal Fernández.
Mientras Berni insistía a los gritos que estaba en el lugar de los hechos porque “siempre doy la cara y no me escondo”, la gran incógnita se hizo latente: ni el actual intendente de La Matanza, Fernando Espinoza; ni su antecesora en el cargo y actual vicegobernadora bonaerense, Verónica Magario, brillaron completamente por su ausencia.
Fue más que evidente que hicieron una lectura de los hechos y la conclusión a la que arribaron fue más que lógica: no la iban a pasar bien en el lugar. La inseguridad en La Matanza es también parte de sus desaciertos políticos.
Lamentablemente tiene que pasar esto, el pueblo tiene que revelarse contra los jefes de seguridad para que reaccionen, a ver si a los golpes aprenden pic.twitter.com/5y3j3cwY32
— Emiliano Sordi (@emilianosordi) April 3, 2023