27.5.2025. Aunque como muchos aseguran, por lo general la 'moda no incomoda', científicos platenses han demostrado que ciertas prácticas estéticas pueden causar daños a la salud imperceptibles a simple vista.
Se trata de, un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de La Plata y CONICET que decidió explorar los efectos fototóxicos generados en la piel y que son causados por los dispositivos que se usan en los salones de belleza para secar esmalte de uñas usando radiación UVA y luz visible.
Utilizando un dispositivo comercial de secado de esmalte de uñas que fuese representativo en cuanto a sus características técnicas, mostraron que la dosis de radiación que emiten estos aparatos durante una sesión típica de manicura degrada compuestos presentes en la piel, a través de procesos fotosensibilizados.
“Desde la ciencia básica, nuestro principal objetivo fue mostrar los posibles efectos perjudiciales que pueden tener lugar cuando se usa este tipo de dispositivos. Como así también, concientizar sobre los efectos adversos que pueden provocar este tipo de fuentes de radiación, que son de muy fácil acceso, económicas, que no tienen ningún tipo de regulación y muy poca o nula recomendación de uso en los manuales”, explican los autores del trabajo, que fue publicado recientemente en Chemical Research in Toxicology, una revista de toxicología química.
Se trata de Mariana Paula Serrano, María Laura Dántola, Carlos Ardila Padilla y Mariana Vignoni, quienes forman parte del Grupo de Investigación en Fotosensibilización y Fotobiología Molecular del Instituo de Invesitgaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA), que depende da la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP y del CONICET.
¿Qué son los procesos fotosensibilizados?
Estos procesos pueden dañar diferentes biomoléculas, y afectar así sus funciones biológicas. Según describe la doctora María Laura Dántola, investigadora especializada en fotoquímica, “en los procesos fotosensibilizados una molécula sufre una alteración fotoquímica o fotofísica como consecuencia de la absorción inicial de radiación electromagnética emitida por otra molécula a la que denominamos fotosensibilizador. La transferencia de energía del fotosensibilizador al sustrato, la formación de fotoaductos y las oxidaciones fotosensibilizadas producen alteraciones químicas provocando diferentes daños a nivel celular que van desde disfunciones en el metabolismo hasta la muerte de la célula.
“Podría decirse que sería un daño indirecto de la luz emitida por estos dispositivos. En nuestra piel tenemos compuestos que pueden interactuar con la luz que emiten estos equipos y desencadenar una serie de reacciones que degradan componentes claves de los sistemas biológicos, como el ADN, las proteínas y los lípidos”, agrega la doctora Mariana Serrano, quien investiga procesos fotoquímicos de interés biológico.
Envejecimiento cutáneo y lesiones
Serrano expone claramente el efecto de la luz emitida por los secadores de esmalte sobre la piel: “Esta exposición es la misma que recibimos un día de verano al mediodía donde normalmente nos protegemos del sol colocando protectores solares químicos o una barrera física como gorras o ropa blanca. Es decir, ya está normalizado el cuidado de la piel porque se conocen los efectos perjudiciales de la exposición a la radiación UV emitida por el sol. Los dispositivos usados en manicura usan radiación UVA y luz visible para el curado del esmalte de uñas, por lo tanto, sería mejor minimizar la exposición y evitar el uso repetitivo.”
Las radiaciones provenientes del sol y otras fuentes están relacionadas con una variedad de problemas en los tejidos expuestos. Según Carlos Ardila, químico y doctorando del grupo, “una piel que luce envejecida no es lo más grave: cáncer de piel y ciertas lesiones oculares (cataratas, retinopatías, entre otras) son patologías desencadenadas o agravadas por la exposición a la radiación solar o a ciertas fuentes de radiación artificial”, sostiene.
Cáncer y las dos caras de la luz
La investigadora Mariana Vignoni, bioquímica, explica la relación entre los procesos fotosensibilizados y el cáncer. “Es compleja y presenta dos caras. Mientras que ciertos procesos pueden aumentar el riesgo de cáncer de piel debido al daño celular inducido por la luz UV, la fotosensibilización también se utiliza de manera controlada y terapéutica para destruir células cancerosas en la Terapia Fotodinámica.
Minimizar la exposición y evitar el uso repetitivo
Respecto de las recomendaciones, el equipo señala que “ya es generalizado el cuidado cuando uno se expone al sol un día de verano. Esto mismo podría aplicarse cuando se usan estos dispositivos de secado. El uso de bloqueadores solares y/o guantes adecuados contribuirían a disminuir la exposición de ciertas regiones que se encuentran innecesariamente expuestas a la radiación, tales como dedos y mano. Con esa información disponible, las personas son conscientes de los riesgos que tiene la exposición no controlada a este tipo de dispositivos y de esta manera pueden decidir disminuir la frecuencia y minimizar su uso.”