10.6.2025. Ante la fiscalía penal en turno de La Plata, María del Carmen Garro, hermana del exintendente de dicha ciudad, Julio Garro, denunció haber padecido amenazas y diversos tormentos físicos y psicológicos por parte de su expareja, Matías Ganzella, agente de la Secretaría de Enjuiciamiento de Magistrados de la provincia de Buenos Aires, con sede en la capital bonaerense.
Al radicar su denuncia, María del Carmen Garro detalló que el vínculo con Ganzella se extendió por 90 días, hasta el 31 de mayo de 2023. A partir de la separación, se indicó en la presentación judicial, comenzaron a producirse distintos hostigamientos tanto en su vivienda como en su domicilio laboral.
En el marco de esta causa penal, el fiscal Álvaro Garganta requirió la detención de Ganzella. En la audiencia de indagatoria, el imputado se negó a declarar por consejo de su defensa. Garganta, titular de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N° 11 de La Plata, dispuso su procesamiento.
Ganzella quedó detenido a disposición del juez de Garantías N° 1 de La Plata, Federico Guillermo Atencio, quien a su vez deberá resolver un pedido de excarcelación solicitado por la defensa.
En su exposición ante el fiscal Garganta, la denunciante manifestó que desde el 31 de mayo de 2023, comenzó a recibir amenazas de manera sistemática. Precisó que el primer hecho de violencia se produjo el sábado posterior a la separación.
Según indicó María del Carmen Garro, el imputado fue hasta la casa donde vive su madre a las 7 de la mañana, enardecido, lanzando agresiones a viva voz. Ese mismo día, pero en horas de la noche, Ganzella interceptó a Garro y a una amiga.
La denunciante sostuvo que su expareja la insultaba a los gritos, diciendo “decime que me amás…vos te vas a dormir conmigo… te voy a matar”.
El espiral de violencia continuó. Al día siguiente, poco antes de las 4 de la madrugada, fue a la vivienda de María del Carmen. En medio de la oscuridad, desató una nueva andanada de gritos: “¡Estoy en la puerta de tu casa! ¿Puedo entrar? …me encajé con la camioneta, salí a ayudarme… y no vas a ver más a tu hija”.
Luego de esas frases desconectadas y con diferentes matices, la denunciante puntualizó que se produjo otro hecho de violencia que coincidió con la fecha en la que presentó la acción penal. También ocurrió en las primeras horas del día, cerca de la mañana.
Al momento de describir los antecedentes, la mujer contó que durante el tiempo que duró la relación, el imputado había mostrado algunas conductas violentas. Por ejemplo, no la dejaba salir con amigas, tampoco le permitía ir a entrenar a un gimnasio y la mantenía vigilada en horarios y lugares. El punto de crisis fue tal que el imputado la amenazó con que la “iba a dejar sin nada… no vas a volver a ver a tu hija”.