13.11.2025. Una palabra tan esperada como autorizada. Y necesaria. Así se podría definir el aporte que realizó en el jury de enjuiciamiento Gianinna Maradona, una de las hijas de Diego Maradona al complicar aún más la situación de la suspendida jueza Julieta Makintach, quien ayer se presentó en el recinto con un traje negro y una camisa verde.
Con evidente angustia, la hija del astro del fútbol mundial aseveró que la magistrada le juró por sus hijos que no había un documental relacionado al juicio que, en ese momento, intentaba establecer si hubo responsabilidades penales en la muerte de su padre.
“Estábamos buscando a los asesinos de mi papá. Mi papá se merecía tener justicia por su muerte. Me pareció todo muy injusto”, afirmó Gianinna en el jury. Precisó que al enterarse de que había un documental, y que se llamaría “Justicia Divina”, discutieron mucho con su hermana Dalma y con su abogado.
“No podíamos creer lo que estaba pasando”, remarcó. Entonces decidieron llamar a la jueza. “Ella me dijo que me lo juraba por sus hijos, que no había nada”. Fue allí que llorando recordó: “Yo le creí por empatía. Yo estaba con mi hijo”.
Otro testimonio clave que complicó la situación de Makintach fue el aportado por el guionista del documental, José María Arnal Ponti, dueño de la productora Ladoble S.A.
“A mí me consta que la jueza sabía de este proyecto”, confirmó el testigo. El proyecto audiovisual tenía como objetivo contar detalles del juicio donde se intentaba develar si hubo responsabilidades penales en la muerte de Diego Maradona.
Ese debate oral fue declarado nulo. Makintach, que ahora está siendo enjuiciada en La Plata, integró el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°III de San Isidro. Arnal Ponti detalló que el proyecto de documental se lo propuso Juan Manuel D’Emilio en febrero último. El juicio del caso Maradona comenzó el 11 de marzo.
“El proyecto era muy interesante desde lo audiovisual, era un juicio muy relevante y nosotros teníamos acceso, llegada a la jueza”, reveló el productor. El dato fue anotado especialmente por los integrantes del jurado, sobre todo aquello de “la llegada a la jueza”.
También contó que invirtió $7.000.000 en el proyecto y que había comenzado a hacer unas llamadas para buscar financiación. Todo eso quedó a la deriva cuando se dio a conocer la existencia del documental clandestino.
El documentalista aportó detalles sobre las dos jornadas de trabajo. Dijo que la primera fue el domingo 9 de marzo, 48 horas antes de que empezara el juicio oral. “Yo no hablaba con la jueza, sí a través de Juan D’Emilio y María Lía Vidal Aleman (guionista y amiga íntima de Makintach), algunas veces. Ellos me decían que ella lo conocía al proyecto. El domingo 9 de marzo quedó claro que la jueza estaba al tanto".
Esas precisiones pusieron en jaque otra vez la defensa de Makintach. Aquel domingo, un equipo de rodaje, grabó unas tomas de la jueza en una recorrida por distintos sectores del edificio de los Tribunales de San Isidro. Ese día estuvieron Arnal Ponti y Vidal Aleman, entre otras personas.
Arnal Ponti también habló de la jornada en la que comenzó el juicio oral. Ese 11 de marzo “entramos sin problemas con la cámara; yo no me di cuenta si nos llamaron la atención porque estaba atento al juicio -enfatizó-, nosotros teníamos una autorización táctica para hacerlo, la jueza nos dejó entrar”.
En otra parte de su testimonio, el documentalista aclaró que Makintach no firmó contratos ni recibió dinero. "La jueza estaba al tanto del proyecto, pero no me consta que supiera de los avances. Nunca hubo reclamos ni acuerdos comerciales con ella", explicó.
Los alegatos finales se desarrollarán hoy mismo y la resolución del jury se dará a conocer el martes 18 de noviembre. Con los testimonios de ayer, la defensa de Makintach, a cargo del abogado platense Darío Saldaño, trató de plantear que el documental fue un proyecto artístico inacabado, sin intenciones comerciales y sin participación económica de la jueza.
Makintach está siendo juzgada por un jury de enjuiciamiento por presunto mal desempeño, cohecho pasivo, violación de los deberes de funcionario público, abuso de autoridad, malversación de caudales públicos y peculado de servicios. Para la parte acusadora, la conducta de la jueza habría comprometido la imparcialidad y la ética judicial, violando los deberes propios del cargo.
El documental "Justicia Divina", filmado sin aval oficial, fue el disparador de la anulación del juicio por la muerte de Maradona. El tribunal que lleva adelante el proceso está presidido por Hilda Kogan, presidenta de la Suprema Corte de Justicia bonaerense, e integrado por un jurado mixto conformado por legisladores y abogados del foro provincial.