Sábado 20.4.2024
5.6.2018. Ya no hay más tiempo para lamentos ni para autocríticas, lo cierto es que la elefanta “Pelusa” -una especie de “bandera del reino animal”- murió en la noche de este lunes tras batallar largamente contra una enfermedad que padecía hace cinco años: pododermatitis crónica en sus patas traseras. Estaba en el Zoológico de La Plata desde 1968, exactamente 50 años de cautiverio.
“Todos conocimos a Pelusa”, es un lema que seguro acompañará a cada uno de los platenses que la recuerde.
Lo cierto es que el animal estuvo en el mismo espacio durante 50 años, cuando fue traída al zoo platense desde Alemania. Tenía 52 años de edad.
La pododermatitis es una enfermedad común en elefantes que se encuentran en cautiverio, originada por la imposibilidad de poder caminar grandes distancias. Eso lo dice todo.
El equipo veterinario del Zoológico de La Plata y sus asesores internacionales, con el aval de la Justicia, resolvieron facilitarle una “muerte digna”: el suministro de una sobredosis de sedantes.
Sus cuidadores, tal como los padres cuando cuidan a sus hijos, fueron sus permanentes compañías. Desolados y devastados, acudieron al final de la vida de la amada “Pelusa”.
Cuando todos preveían el final, se acercaron al lugar las máximas autoridades municipales –entre ellas el intendente Julio Garro-, el fiscal Marcelo Romero, titular de la fiscalía especializada en maltrato animal, y el juez Juan Pablo Masi, para evaluar la posibilidad de autorizar el uso de la eutanasia.
En ese aspecto hubo autorización para realizarla, con la firma de todos los sectores involucrados.
“Pelusa” había desmejorado en los últimos meses y desde el sábado último estaba recostada en un rincón de su lugar de cautiverio. Permaneció así hasta su deceso.
