La batalla contra el juego clandestino abrió la "Caja de Pandora"

10.7.2018. Una de las promesas de campaña de María Eugenia Vidal para seducir al electorado del “cambio” fue la lucha contra las mafias. El triunfo en las urnas le dio luz verde para tremenda tarea. Se aplicaron políticas duras en tal sentido y el juego ilegal no fue la excepción.

Se modificó la estructura reglamentaria de la ley pasando de una contravención a “delito penal”. No sólo para quién genera y explota el juego en negro, también para aquellos que  participen de forma indirecta (apostadores, logística, intermediarios, etc.)

El fuerte mensaje publicitario en medios afines a esta gestión no se hizo esperar. Procedimientos en todo el territorio provincial, principalmente en el Conurbano, detenidos, incautación de tecnología, cantidad exuberante de dinero, etc., dieron como resultado mejor y más impulso a la gobernadora para acrecentar los controles.

A esta altura los indicadores estarían apuntando un triunfo en la gesta, pero en el recorrido hubieron mantos sombríos que hasta la misma administración Vidal no esperó.

La complicidad en algunas áreas de observación dependientes del Estado, además de la participación política en muchos de los distritos comunales donde se pronunciaron los controles, sorprendió a los novatos justicieros de “Cambiemos”.

“Traspasar el blindaje y desarticular el funcionamiento del actual esquema va a llevar años”, coincidieron en el seno del partido gobernante. El juego clandestino es un flagelo, lógico que deba combatirse.  Pero ¿hasta dónde será capaz de meter el cuchillo Vidal?

Se calcula que más de un millón de personas en la provincia de Buenos Aires vive directa o indirectamente del juego en negro. El desafío entonces será, además de penalizar a los verdaderos infractores, sembrar políticas de Estado capaces de absorber a toda esa mano de obra que durante años quedó afuera y postrada del sistema activo laboral.

Hay que “echar mano” veraz y objetiva en procura de alcanzar metas que aborden un conjunto de soluciones para que todos los individuos estén en igualdad de condiciones. Esa es la matriz del debate.