Esperó años un trasplante, superó esa operación y está bien, pero ahora IOMA le niega medicación
Norberto Hernández.

Esperó años un trasplante, superó esa operación y está bien, pero ahora IOMA le niega medicación

28.11.2018. Fueron años y años de espera, en donde por razones médicas debió abandonar su pueblo –al que no vuelve desde 2017- para continuar con el tratamiento en la ciudad de La Plata y en Capital Federal: Norberto Hernández fue trasplantado de los pulmones en la Fundación Favaloro hace pocas semanas y está en un gran proceso de recuperación, opacado por el rol de su obra social IOMA, la que por burocracia no le entrega la medicación que necesita.

La historia de Norberto Hernández conmovió a gran parte de la sociedad, dado que su lucha es un ejemplo para quienes padecen de Fibrosis Quística, una enfermedad genética que afecta a los pulmones y el sistema digestivo, siendo los niños los más vulnerados.

Estuvo años esperando el trasplante que por fin se pudo realizar en la Fundación Favaloro. Superó todas las instancias de su recuperación, los análisis y estudios (lo último fue una fibrobroncoscopía) le dieron buenos resultados.

“En el aspecto médico está 10 puntos”, le aseguraron a este portal sus allegados, quienes en tono dramático señalaron que, sin embargo, “Norberto está un poco agotado y no es por su cirugía”.

“Desde hace veinte días no para de hacer trámites para que su obra social, IOMA, le entregue la medicación que necesita. Desde Fundación Favaloro le están prestando medicación, pero no debería ser así”, comentaron.

En diálogo telefónico con este portal, Norberto Hernández dijo: “Esto me pone nervioso, no puedo relajarme y disfrutar. IOMA no me puede hacer esto ahora que me trasplanté. Quiero disfrutar la vida, de este milagro que estoy viviendo y no me puedo relajar porque me falta la medicación vital”.

Al respecto, dijo que necesita “drogas inmunosupresoras para evitar el rechazo al trasplante”.

“Sé que el equipo médico del Dr. Gustavo Parrilla no va a permitir que todo esto se complique, pero, la verdad, da mucha bronca que Norber tenga que estar pasando por esto”, dijo una amiga del paciente.

Sus amigos, en una nota enviada a este portal señalaron: “Ni su Fibrosis Quística, ni la espera de 35 años, ni la angustia de no pisar su pueblo (Casbas, en el Partido de Guaminí) por más de un año, ni el estrés de la cirugía, ni los dolores en la Terapia Intensiva, NADA, NADA, NADA, logró desestabilizarlo…. No es justo que por ineficiencias burocráticas y administrativas, por dejar este tema tan delicado en manos ignorantes y para nada empáticas, el Norber se nos ponga triste”.

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