Senador Romero: antes de la última sesión posó con el cartel "Mirá cómo nos ponemos"-"No es No"

15.12.2018. Previo a llevarse a cabo la última sesión del Senado bonaerense, los integrantes del cuerpo que se presentaron en el recinto posaron con el cartel que en la parte superior decía “Mirá cómo nos ponemos” y, un poco más abajo: “No es No”. Uno de ellos era, nada más y nada menos, que el senador Jorge Romero (Unidad Ciudadana-Frente para la Victoria), quien apenas unas pocas horas después fue acusado por una militante de su espacio político de haber intentado abusar sexualmente de ella.

En el marco de la denuncia por violación de la actriz Thelma Fardín contra su colega Juan Darthés que generaron un sismo seguido de cataratas de denuncias de abusos, el Senado se aprestó –minutos antes de comenzar la sesión extraordinaria del jueves 13-  a dar una señal de solidaridad con los reclamos de justicia en tal sentido.

Lo llamativo de la cuestión fue que el propio Romero fue quien decidió participar de la sesión fotográfica grupal, de la que participaron alrededor de 39 legisladores de los 46 que lo componen.

Romero, representante de la Tercera Sección Electoral, posó con el cartel “Mirá cómo nos ponemos”-“No es No”.

En lo que podría considerarse un gesto que denota la falta de toma de conciencia de los episodios que están sucediendo, algunos integrantes del Senado posaron sonrientes en dicha fotografía colectiva, como si no tuvieran noción del mensaje que están transmitiendo con el cartel en sus manos.

Ya en sesión, y casi de manera predictiva a la denuncia posterior contra su colega Romero, el senador Marcelo Dileo (Cambiemos, Segunda Sección Electoral) manifestó que “esta violencia de género se da en todos los ámbitos donde las mujeres se desempeñan, tenemos que bregar por un cambio cultural que significa darle a la mujer el lugar que merece”.

Cabe indicar que Jorge Romero fue denunciado por la ex militante de su espacio político “La Cámpora”, Stephanie Caló, publicó en Facebook que una noche de 2017, después de una salida con otros referentes partidarios, le ordenó que tuviera sexo con él y otros dos hombres. Luego la encerró en un baño, donde intentó obligarla a que le practicara sexo oral.

El senador bonaerense, al hacerse pública la denuncia, anunció que renunciaba a sus "responsabilidades políticas” (cargo partidario y banca). Y luego intentó justificarse: admitió “conductas machistas” en sus actos y apeló a una presunta carga cultural en su formación moral, condicionada por el “patriarcado”.

“Tuve prácticas machistas que en ese momento parecían naturales”, dijo Romero.