19.12.2018. Producto de la crisis y la precariedad en que se encuentran los trabajadores argentinos, las estadísticas señalan que “por cada puesto que se perdió en blanco se crearon cinco en negro en un año”.
Según la Encuesta Permanente de Hogares del Indec a total país, en el tercer trimestre habían 18,9 millones de trabajadores ocupados: 12,2 millones registrados y 6,7 millones en la informalidad.
Dicho informe sostiene que, en un año, el empleo total creció en 292 mil puestos. Se desagregó en una caída en 70 mil en las posiciones registradas y crecimiento en 362 mil en las informales.
El crecimiento del empleo en un período en que el PBI acumuló una caída de 3,5 por ciento superó las expectativas del mercado, más aún porque pocas semanas antes la ahora Secretaría de Empleo había dado cuenta de que el empleo registrado por el Sistema Integrado Previsional Argentino había acusado en ese período una disminución de 70 mil puestos.
La diferencia se explicó por la aceleración de la tasa de precariedad laboral, como se define no sólo a los empleos de baja calificación profesional, y salarios equivalentes a la mitad del ingreso medio de la economía que asciende a unos 30.000 pesos por mes en términos brutos, sino principalmente a la mayor parte de los ocupados en la informalidad, sin aportes jubilatorios ni cobertura asistencial por parte del empleador.
En definitiva, se trata de unos 362 mil trabajadores que lograron entre octubre de 2017 y septiembre de 2018 ocuparse en una actividad informal como principal fuente de ingreso, una proporción equivalente a 5 por cada puesto de trabajo que se destruyó en la economía formal, principalmente en la industria y la construcción, según informó el Indec.