Efecto Inza: la Secretaría Legal y Técnica de la provincia de Buenos Aires sigue acéfala
Sin jefes en la SLyT

Efecto Inza: la Secretaría Legal y Técnica de la provincia de Buenos Aires sigue acéfala

15.1.2019. Desde que se alejó de la Secretaría Legal y Técnica en julio de 2018 para pasar fugazmente por la Contaduría General de la Provincia de Buenos Aires, María Fernanda Inza pasó al ostracismo político, al menos en lo que públicamente puede observarse.

Cabe recordar que Inza fue la tesorera de la campaña electoral 2015 y 2017 de Cambiemos, un rol que tuvo su repercusión en la justicia debido al caso que se conoció como el de los “aportes truchos”: hicieron figurar ingresos abultados de dinero provenientes de beneficiarios de planes sociales, como así también de dirigentes políticos.

En su momento, Inza –tesorera del Pro, el partido del presidente Mauricio Macri que en la provincia preside la gobernadora María Eugenia Vidal- pareció estar complicada en la justicia federal, dado que se reclamaba su imputación por lavado de dinero. Sin embargo, al pasar a la justicia electoral, puede sufrir apenas una multa o castigo menor.

Efecto Inza: la Secretaría Legal y Técnica de la provincia de Buenos Aires sigue acéfala

Ahora bien, desde que Vidal propuso a Inza para la Contaduría (a la que llegó para ser despedida tres días después por pedido de la gobernadora cuando se conoció el caso de los “aportes truchos” de campaña), la Secretaría Legal y Técnica sigue acéfala. Ya pasaron seis meses y nada parece indicar que llegará al cargo una nueva bendecida o un nuevo bendecido.

De acuerdo a lo indicado a este portal por fuentes que trabajan en el lugar, las funciones que en su momento estuvieron asignadas a Inza ahora son repartidas entre dos funcionarios: el subsecretario de Legal, Cristian Martí; y el subsecretario Técnico, Nicolás Galvagni Pardo (este último es el que acompaña a la gobernadora en el Boletín Oficial).

Efecto Inza: la Secretaría Legal y Técnica de la provincia de Buenos Aires sigue acéfala

Lo cierto es que al momento de nombrar funcionarios reemplazantes, la gestión Vidal suele manejar sus propios tiempos: cuando a fines de 2016 se quedó sin ministro de Producción tras la renuncia de Joaquín de la Torre para pasar a ser ministro de Gobierno, tardó casi siete meses en designar a Javier Tizado.

 

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