Sábado 20.4.2024
21.5.2019. Negocios son negocios. Lo cierto es que el arrepentido empresario de la construcción, Carlos Wagner, sigue trabajando sin inconvenientes con su compañía emblema, ESUCO, en la provincia de Buenos Aires administrada por María Eugenia Vidal.
Una de las tareas que tiene a cargo ESUCO, por 91,5 millones de pesos, es la de realizar una mejora de la Ruta 63 que a lo largo de 30 kilómetros conecta la Autovía 2 con la Ruta 11 y une las ciudades de Dolores y Tordillo.
“Mejoramos la Ruta 63: bacheo, repavimentación y señalización”, dice el cartel que informa sobre las obras que se están realizando, en donde además se indica que las mismas son financiadas por Autopistas de Buenos Aires Sociedad Anónima (AUBASA).
Pero lo cierto, a decir de vecinos que habitan la zona, es que ese tramo de mejoras “está en perfecto estado”, especialmente en el sector de Dolores, en donde “no se puede transitar a más de 60 Km/h porque es donde está el sector de las clásicas parrillas y restaurantes”.
“La están detonando innecesariamente”, dicen los vecinos dolorenses, quienes aportaron material fotográfico para fundamentar sus apreciaciones.
En ese sentido, quienes conocen la zona dicen que “hubiese sido prioritario que la administración de Vidal destine trabajadores y dinero para agilizar la doble mano que va de General Conesa a Pinamar o a la costa”.
“Rompen lo que está en perfecto estado, como si fuera necesario hacer caja”, dijo uno de los interlocutores, para luego agregar que “los que antes hacían negocios con los kirchneristas lo siguen haciendo con el Gobierno de Vidal”.
Empresario influyente
Wagner, como se recordará, está en la mira judicial prácticamente desde el inicio de la administración del presidente Mauricio Macri, tras ser salpicado por la investigación contra la corrupción que se inició en Brasil y es conocida como el “Lava Jato”.
El dueño de ESUCO presidió la Cámara Argentina de la Construcción (CAC) durante los ocho años del mandato de Cristina Fernández de Kirchner y estuvo señalado por el sector como uno de sus constructores favoritos, a tal punto de llegar a estar en el séptimo puesto del ránking de contratistas del Estado.
La sociedad de ESUCO con la empresa brasileña Camargo Correa para construir la planta potabilizadora de AySA en Berazategui y la del Paraná de las Palmas en Tigre, está en la mira del juez federal Sebastián Casanello, quien sospecha que se pagaron coimas al entorno del entonces ministro de Planificación kirchnerista, Julio De Vido, para conseguir esos contratos.
Arrepentido
Otro de los hechos que llevaron a Wagner a la tapa de los principales medios del país ocurrió en 2018, cuando declaró como arrepentido ante el fiscal federal Carlos Stornelli en el caso de los “cuadernos de las coimas” que escribió Oscar Centeno, chofer de Roberto Baratta, el entonces segundo de De Vido en el ministerio de Planificación.
Ante Stornelli, Wagner explicó cómo era el sistema de cartelización de la obra pública, mediante el cual las empresas se quedaban alternativamente con los contratos de las obras impulsadas por el Gobierno. También, confesó que pagó coimas a los funcionarios.
