Martes 16.4.2024
31.5.2019. Ya pasaron los tiempos en los que el entonces candidato a presidente de la Nación, Mauricio Macri, prácticamente le mendigaba que lo acompañe en la fórmula de Cambiemos en 2015 para disputar las elecciones generales. Es más, ella fue la primera persona que le respondió con un rotundo No a su propuesta, lo cual generó una impensada negociación para que finalmente decidiera dar el Sí.
Lo cierto es que hoy, a más de tres años de pasar casi inadvertida por la vicepresidencia de la Nación, Gabriela Michetti ya no espera el llamado ni la convocatoria para continuar en el cargo, cual Daniel Salvador en la provincia de Buenos Aires con María Eugenia Vidal.
El teléfono de Michetti no suena en tono electoral. Ella misma sabe que no será la elegida, ni mucho menos se reeditará el ruego 2015.
En Casa Rosada, mientras tanto, diseñan la estrategia de campaña con la idea de encontrar a la persona que será acompañante de Macri en su postulación a la reelección. Y Michetti no está en esa lista.
Es más, desde Casa Rosada surgió una frase cargada de eufemismo: “Fortalecer la institucionalidad de la Vicepresidencia”. Con eso, dan la pauta de que la búsqueda está orientada en otros ámbitos y no en los del Senado, donde Michetti ejerce la presidencia.
Para colmo de males, la vicepresidente de la Nación no cuenta con el respaldo ni la presión que un partido político puede ejercer en la estructura de Cambiemos.
Salvador, al menos, tiene en su haber tanto una Convención Provincial como Nacional de su partido, la Unión Cívica Radical, que lo avala. A pesar de los insultos de muchos de sus correligionarios que no quieren saber nada con pertenecer a Cambiemos.
