Elecciones 2019 y el rol de la UCR: ¿Por qué la libertad de acción?
Última Convención de la UCR.

Elecciones 2019 y el rol de la UCR: ¿Por qué la libertad de acción?

Texto: Luis "Changui" Cáceres (*).

3.8.2019. Porque recién estamos irrumpiendo como movimiento interno de la UCR en un momento dificil del pais y muy complicado para nuestro partido, que viene diluyendo su identidad peligrosamente los ultimos años y perdiendo por consiguiente peso electoral.

Primero la Patria, después el partido y por último cada uno de nosotros. Pero me temo que la Patria peligra si desaparece el radicalismo, el condimento ético-moral,  es el corazón de la buena politica, la que piensa en la gente, sus necesidades y sus justas aspiraciones, que combina la libertad con la justicia social, que promueve la República fortaleciendo sus instituciones, garantizando la división de poderes, buscando afianzar una democracia en serio.

¿Por qué la libertad de accion?

Porque el pais necesita que el radicalismo retome el camino que nos marcaron aquellos que en sus 128 años de existencia escribieron las mejores páginas de la historia argentina, y eso significa recuperar el valor de la palabra y rehacer la escala de valores. Volver a practicar la democracia hacia adentro es el primer paso para recuperar credibilidad en su prédica hacia afuera. Para eso es necesario un recambio dirigencial y el país deberá hacerse con la harina que se tiene, poner blanco sobre negro, disipar la confusión de los últimos tiempos, recuperar la brújula, marcar el norte y abrir camino transitándolo.

Confusión es reclamar protagonismo y esperar al Mesías. El protagonismo se gana asumiendo responsabilidades que aumentan de acuerdo a la posición que se ocupe.

Integré el triunvirato cuando fundamos la Junta Coordinadora. Fui Secretario General durante los trece años posteriores hasta su disolución como estructura nacional en diciembre de 1982. Eran situaciones distintas, épocas duras. Conducir es marcar rumbos, es cargar en la mochila la responsabilidad de impartir una decisión que podia terminar en prisión, tortura, incluso muerte de militantes. Y después, en épocas mas blandas, la posibilidad de perder su trabajo; la carga es pesada.

Despues de Gualeguaychú hay que generar una nueva dirigencia, ustedes son la harina, de ahí deberá salir el pan. Hoy no hay ni músculo ni estructura todavía. Para dar una alternativa propia en una sociedad que la reclama, con fecha electoral a corto plazo, la grieta está y mas profunda, y  más profunda la confusión en muchos y el asco mayor en otros.

En estos últimos dos meses pareciera que las encuestas cualitativas le indican a unos y a otros que un importante sector de la ciudadania pide consensos… y de un día al otro ambos polos incorporan el consenso a sus discursos, buscando sumar votos y profundizando la grieta. En una elección que puede ganar cualquiera de los dos, pero es simplemente sumar en un polo para derrotar al otro, en una escenografia de travestismo politico, las vueltas carnero y los triples saltos están a la orden del día. Lo que se crucificaba ayer, se bendice hoy. Miren el clericó de los dos lados.

Las opciones de voto nulo, voto en blanco, voto a Macri como presunto mal menor son las que están, y tienen consecuencias.

Reconstruir el partido, recuperar sus valores, su democracia interna para volver a ser, demandará tiempo, esfuerzo y participacion. Repito algo que planteé despues de Gualeguaychu, que entiendo sigue teniendo vigencia, hay que diferenciar a los que desde el manejo de la sigla nos llevaron a esta situacion (que son pocos) de aquellos que aun desde la critica, para poder participar de los procesos electorales, no se les dejó otro camino, o a los que sin compartir posturas, los encerraron con una “organicidad” que liquidaron hace años y que solo se supera con limpieza de padrones (reafiliacion), juntas electorales transparentes y funcionamiento de los cuerpos orgánicos partidarios con cumplimiento de la Carta Orgánica. Gane quien gane, van a venir tiempos duros, que cada uno se haga responsable de su voto.

Porque no votar, hacerlo en blanco, anularlo o poner en práctica la teoría del presunto mal menor en una eleccion pareja, trae consecuencias, evaluables a partir de un tiempo. Si el día de  mañana por imperio de las circunstancias, alguno de ustedes tiene que asumir responsabilidades locales, departamentales, provinciales o nacionales, vale la experiencia de decidir por uno mismo, sin Mesías.

Para buscar y lograr consensos, para buscar y conformar alianzas con los similares,  para poder impulsar un proceso de unidad nacional que defina políticas de Estado,  hay que tener partido,  sino lo que se haga, será simplemente el negocio de algunos.

(*) Histórico dirigente y militante de la Unión Cívica Radical. Ex diputado nacional.

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