Viernes 19.4.2024
9.8.2019. “Un simple gesto, un simple apoyo y compromiso”. Esos fueron los únicos fines buscados por Norberto Hernández cuando estuvo en las sedes de los dos clubes más importantes de la ciudad de La Plata: Estudiantes y Gimnasia.
Cargado de entusiasmo, Norberto llegó esta semana a La Plata proveniente de la localidad bonaerense de Casbas (Partido de Guaminí) para realizar una campaña de concientización por la donación de órganos.
Y además de sus pertenencias, el joven bonaerense trajo consigo una experiencia que lo marcó a fuego para toda la vida: en diciembre de 2018 le realizaron un trasplante bipulmonar en la Fundación Favaloro debido a una enfermedad congénita llamada Fibrosis Quística (FQ).
La operación se hizo luego de una larga y tenaz lucha de concientización de la enfermedad de parte del propio Norberto, como así también familiares, amigos y vecinos de su ciudad. La FQ es un trastorno genético que afecta sobre todo a los pulmones y el sistema digestivo y hace que los niños que la padecen sean más vulnerables a padecer infecciones pulmonares repetidas.
Como afiliado al gremio UPCN, tuvo en La Plata la contención que necesitaba: una casa en el camping de la localidad de Arana para que, junto a su familia, pudiera aguardar la donación que le permitiera el trasplante bipulmonar.
Fueron casi nueve meses de espera, ansiedad y angustia. “Qué feo es estar esperando un colectivo, esperar para que llegue… imaginate lo que es estar en una lista de espera por un órgano que te va a salvar la vida”, le dijo a este portal.
Finalmente la donación llegó y se pudo hacer la operación en la Fundación Favaloro. Hoy, Norberto está recuperado y de manera incansable brinda charlas y recorre municipios para realizar campañas de concientización sobre la donación de órganos.
Con ese fin, esta semana estuvo en la ciudad de La Plata y se dirigió a las sedes de los clubes de fútbol más convocantes y emblemáticos: Estudiantes y Gimnasia.
“Generalmente les pedimos a los jugadores que firmen camisetas y banderas; y todos lo hacen de corazón”, cuenta Norberto, quien dice que después “llevamos ese mensaje a las instituciones que visitamos y lo difundimos en nuestros grupos de redes sociales”.
La llegada a La Plata no pudo ser más auspiciosa: “En Estudiantes no sólo me invitaron a la sede para recorrer el museo, sino que también me llevaron al Country de City Bell para ver el entrenamiento de los jugadores, a quienes después pude pedirles fotos con nuestra bandera y autógrafos”.
“A todos los que les pedimos ese gesto lo hicieron de corazón”, recordó un muy emocionado Norberto.
Sin embargo, el fin buscado en La Plata no siempre estuvo allanado: “Cuando me presenté en la sede de Gimnasia, me dijeron que no podía sacar fotos con ninguna bandera que no sea del club”, dijo.
En ese sentido, se mostró convencido de que tal pedido “es totalmente respetable” porque “siempre hay provocadores”. Acto seguido, explicó el fin buscado: un mensaje de apoyo de algunos referentes del club a la donación de órganos.
Pero lo que lo desilusionó fue la burocracia institucional para resolver algo tan simple: “Me dijeron que eso tenía que ser analizado en la comisión directiva, siempre y cuando estuviera en el temario, dado que es la encargada de resolver o designar a algún integrante del cuerpo técnico o jugador para que nos atienda”, señaló.
“Ni siquiera me explicaron cómo puedo hacer para que los jugadores de Gimnasia muestren nuestra bandera cuando entran al campo de juego a disputar un partido del torneo”, agregó Norberto.
Cansado de tantos impedimentos, el joven salió de la sede del “Lobo” muy desilusionado. “No les costaba nada, no les costaba nada”, insistió, para de inmediato agregar que “es difícil cuando hay personas que no entienden lo que les puede llegar a pasar; ahí se complica mucho”.
“Ojalá muchos no tengan que pasar por lo que yo pasé. Hago esto para que los demás no lo tengan que pasar y para que las actitudes de algunas personas cambien para mejor”, concluyó Norberto Hernández.
