En el amplio espectro del peronismo conviven tensiones permanentes

4.2.2020. Hay una cuestión tan simple como profunda, y a la que no terminamos de comprender. Cuando un gobierno popular toma las riendas del Estado se trata de una situación anómala, es por eso que no debemos perder un día, una hora, un minuto, un solo segundo para aprovechar esos momentos en que nos toca gobernar, porque con nuestro éxito no está en juego nuestro destino individual, sino que lo que estamos edificando y tratando de resolver es la superación de los niveles de bienestar de nuestro Pueblo, y dentro de él, de los sectores más pobres y desprotegidos.

Si no emprendemos nuestra acción gubernamental desde ese convencimiento, y creemos que lo que estamos haciendo es algo común, un simple paso por oficinas y honores placenteros, lo único que estaremos logrando será administrar la crisis sobre la que se aprovechan los sectores que representan el poder permanente y ayudándolos a ampliar sus negocios y maximixar sus ganancias...

En el amplio espectro del peronismo se produce de manera constante una fuerte tensión entre dos grandes líneas de pensamiento, que condicionan las conductas y la acción.

Por un lado tenemos un grupo que propicia y pugna para insertarlo, convertido en partido liberal burgués (y con esto no atraso en conceptos ni categorías, sino que traigo las que utilizaba el propio Perón), en un partido más del sistema. Se compone de políticos adocenados, acomodaticios, oportunistas, lábiles doctrinaria e ideológicamente.

Por otro lado tenemos a quienes no pueden entender al peronismo si no es como una fuerza que combate, que disputa contra los poderes fácticos, que trata de trastocar lo establecido, romper el statu quo, en una disputa constante que tiene como objetivo favorecer con su desarrollo político y sus acciones a los amplios sectores populares que forman parte de la base de la pirámide social. Son los sectores que ven a la fuerza política como movimientista, abarcando omnicomprensivamente todos los sectores y ámbitos de nuestra vida social.

Esa es la tensión permanente que convive en este amplio espectro del peronismo, y eso se ve expresado en los diferentes modos, muchas veces antagónicos, que trazan el comportamiento al momento de asumir el control y el manejo del Estado, llevar adelante las políticas que los expresen y que marcan los ritmos y compromisos a la hora de la toma de decisiones.

(*) Ex funcionario de la Municipalidad de La Plata