Jueves 25.4.2024
24.3.2020. En la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se da una situación muy especial, sobre todo en esta fecha tan dolorosa para la historia argentina en la que se cumplen 44 años del último golpe militar que dio inicio a la dictadura más cruenta.
Los protagonistas de esta particularidad en dicho cuerpo legislativo son los diputados que integran el bloque del Frente de Todos, Claudio Morresi y Santiago Roberto. Cuentan que Norberto Morresi (17) y Luis María Roberto (34) compartían militancia cuando en plena dictadura fueron secuestrados por fuerzas federales cuando iban en una camioneta por Perito Moreno y Directorio, en la Ciudad de Buenos Aires.
Claudio es el hermano de Norberto, quien continúa en condición de desaparecido al igual que Luis, el padre de Santiago. Pero las tragedias no terminaron allí, dado que al tiempo de ser secuestrados sus familiares se enteraron que el 23 de abril de 1976 ambos fueron fusilados y enterrados juntos como NN en el cementerio de General Villegas, en el noroeste de la provincia de Buenos Aires.
En una entrevista que Morresi (a quien además muchos recuerdan por su trayectoria futbolística, dado que jugó en la primera división y supo vestir las casacas de Huracán y River Plate) y Roberto brindaron a la agencia oficial Télam, dieron a conocer algunos aspectos vinculados a cómo juntos a sus familias pudieron seguir adelante con la militancia y los reclamos de justicia.
“La desaparición producía una gran esperanza cada mañana al levantarse, por el posible reencuentro, y una inmensa tristeza al acostarse, porque la familia había puesto todo para poder encontrarlo y no lo había conseguido”, recordó Morresi.
Seguidamente, el legislador porteño del Frente de Todos reconoció que “cuando van pasando los años, uno se empieza a dar cuenta que el familiar fue asesinado”.
Por su parte, Roberto recordó que “yo tenía 3 años y ahora tengo muy vagos recuerdos de esa época, como mis juguetes en cajas por si había que rajar”.
“Estuvimos en Buenos Aires algo así como siete u ocho meses, mudándonos constantemente porque mi mamá también militaba. Nos vamos a vivir a San Antonio, el pueblo de mi papá y ahí nos blindan, nadie hablaba de nada”, agregó.
Pese a la tragedia vivida y especialmente la persecución a jóvenes militantes por parte de la última dictadura militar, Morresi sostuvo: “A mí me emociona ver la cantidad de pibes jóvenes que se metieron en la política”.
“Hay miles de pibes de 18 años, como mi hijo que tiene apenas uno más que los que tenía mi hermano, militando y digo.. están ahí".
