25.5.2020. La justicia investiga el presunto abuso sexual de una beba de apenas 22 meses por parte de un policía que prestaba servicios en el Comando de Patrullas de Ensenada.
Efectivamente, la madre de la criatura denunció en la Comisaría de la Mujer y la Familia de la ciudad de Berisso al sargento Cristian Luna, quien al 30 de marzo de este año convivía con dicha mujer. En esa fecha formuló sus dichos en sede policial y dijo que “después de pensarlo mucho, recién ahora me animé a hacer pública esta situación”.
La denunciante señaló en la mencionada Comisaría que desde hacía dos meses se encontraba en concubinato con Luna y que, por razones laborales, tenía que salir del domicilio en el que convivían y le dejaba a su cuidado la beba. Según aclaró, su hija es fruto de una relación anterior con otro hombre.
“Una noche noté que mi hija no dormía bien, parecía como que se asustaba a cada rato y lloraba constantemente”, recordó la mujer. Fue en ese instante que decidió quitarle la ropa para corroborar si tenía algunas paspaduras clásicas de los bebés y descubrió algunos hematomas en distintas partes del cuerpo.
La denunciante dijo que le mostró a su pareja los moretones que tenía la beba y de inmediato le preguntó si sabía algo al respecto y este le contestó: “Se cayó y se golpeó”.
Idéntica situación se produjo en días posteriores por lo que, aconsejada por familiares y amistades varias a las que relató lo sucedido, decidió realizar la denuncia en sede policial no sin antes llevarla a un control médico para su evaluación.
Desde el 28 al 30 de marzo, fecha de alta médica, estuvo en observación en el Hospital San Roque de Gonnet por “Sospecha de maltrato infantil. Sospecha de abuso sexual infantil”. Quienes la atendieron le realizaron varios estudios complementarios, como ser hemogramas y radiografías varias.
El diagnóstico de egreso firmado por la médica Romina de Oliveira Santos dice “Sospecha de maltrato infantil. Sospecha de abuso sexual infantil. Anemia”. La misma profesional pidió la realización de exámenes de laboratorio y prescribió medicación para continuar el tratamiento en domicilio.
Desde el 30 de marzo a la fecha, la denunciante se encuentra en la casa de una familiar “para preservar a mi hija y a mí”. Luna, en tanto, fue separado de la fuerza policial mientras espera la realización del juicio iniciado en su contra.