14.10.2020. Si expresáramos que la “Lealtad” es una “virtud”, una “cualidad de respeto a los principios”, si nos hiciéramos cargo que implica una mirada sobre nuestra conducta, gratitud, honor, fidelidad, podríamos decir que éste 17 de octubre hay poco para festejar y mucho para reflexionar.
Conmemorar la fecha no nos iguala, no amnistía ni resetea.
La “Lealtad” no es un hecho, es un proceso que se da y se prueba en el transcurso de un tiempo que atraviese vicisitudes, conflictos de intereses, conveniencias y oportunidades.
No es adhesión ni idolatría.
Nació como un reflejo de amor del pueblo ante quien representó con fidelidad sus valores.
Es un compromiso ético frente a las ideas y principios que expresó y representó Perón.
La “Lealtad” no es una declamación ni es independiente de su contenido.
Hace 18 años que el Partido Justicialista, la institución política que debiera representarnos, ESTÁ SECUESTRADO.
Impedido de representarnos, impedido de ser el eje convocante de la vida política, escondido vergonzantemente, privatizado por una oligarquía de funcionarios (la nueva Profesión de la política).
El 17 de octubre será el “día de las ausencias”:
Ausencia de fidelidad a los preceptos peronistas
Ausencia de los valores peronistas
Ausencia de ideales peronistas
Ausencia de compañerismo peronista
Ausencia de gratitud y honor peronista
Ausencia de grandeza peronista
Ausencia del ideario peronista
Que este “17 de octubre” sea el impulso que necesita el nacimiento de una “PROPUESTA PERONISTA” que convoque al rescate y recuperación de nuestro Partido, para devolverlo a la vida que le quitan, a la libertad de expresar su rebeldía, para defender la causa del pueblo, para arrancarlo de la mano de sus secuestradores, para volver a servir al País y a su pueblo.