La Plata: el "Pichettismo" cree que un funcionario desubicado los posicionó en la interna municipal
Lugli (2do izq) y, a su izq,, Pérez

La Plata: el "Pichettismo" cree que un funcionario desubicado los posicionó en la interna municipal

31.3.2021. En el municipio de La Plata conducido por Julio Garro (Juntos por el Cambio), conviven sectores internos propios de una alianza: como se sabe, el PRO al que pertenece el propio jefe comunal, la Coalición Cívica y la Unión Cívica Radical y, desde el acuerdo de cara a las elecciones de 2019, comparte estrategias con el sector que a nivel nacional conduce el peronista Miguel Ángel Pichetto.

Puertas adentro del municipio, se sabe que con la conformación de su gabinete, Garro trató de equilibrar y contener a las distintas expresiones que conforman Juntos por el Cambio.

En los últimos tiempos, con los radicales en baja preponderancia dentro de su armado ejecutivo (“a la UCR la tenemos contenida en el Concejo”, suelen decir referentes del PRO), el intendente platense logró acuerdos con exponentes de Carrió y de Pichetto. Aunque con más dudas que certezas respecto a su pertenencia a la Coalición Cívica, el partido político que conduce Elisa Carrió, el primero en llegar al gabinete fue el actual secretario de Coordinación, Oscar Negrelli.

Apenas desembarcó en su despacho, las malas lenguas siempre insistían con la misma muletilla: “Negrelli fue puesto por Carrió para controlar a Garro”.

Y con la campaña para las elecciones presidenciales de 2019 en marcha que permitieron el acuerdo para arribar a la fórmula oficialista Mauricio Macri-Miguel Pichetto, referentes ligados a este último se fueron sumando a la estructura municipal.

Una vez que Garro consumó su triunfo en las elecciones generales en La Plata, decidió formalizar el nombramiento del principal referente de Pichetto: el ex concejal peronista Fabián Lugli, quien asumió como secretario general de Relaciones Políticas e Institucionales del municipio.

Con un 2020 apaciguado y dormido por efectos de la Pandemia de Coronavirus, además de no ser electoral, las aspiraciones de varios referentes de la política platense quedaron en el freezer. Muy distinto es este año, en donde se renuevan los seis diputados bonaerenses que le corresponden a La Plata, la mitad del Concejo y del Consejo Escolar.

En Diputados, Juntos por el Cambio renueva cuatro bancas: las de Carolina Barros Schelotto, Diego Rovella, Carolina Píparo y la de Guillermo Bardón, quien se alejó del bloque para pasarse a Cambio Federal.

En el Concejo, en tanto, pone en juego seis bancas, que hoy están ocupadas por Raúl Abraham, Francesco Arriaga, Ileana Cid (presidenta del Cuerpo), Liliana Lucha, Javier Mor Roig y Darío Musto.

Con las elecciones 2021 en la mira, Garro decidió que los sectores internos que más votos traccionan, es decir el PRO y el peronismo pichettista, comenzaran a delinear sus pasos de manera independiente. Y para cumplir con ese fin, los referentes de ambos sectores en La Plata se pusieron a trabajar en el armado de potenciales candidaturas y alianzas con referentes varios, especialmente con quienes cuentan con respaldo territorial.

Así las cosas, el PRO que a nivel nacional conduce la ex ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, dejó que su delfín platense Mauro Palummo (secretario de Proyectos Especiales del municipio) trabajara en el armado electoralista.

Mientras tanto, Lugli y los suyos hicieron lo propio, incluida la participación en el acto de lanzamiento de Peronismo Republicano, el espacio nacional conducido por Pichetto, que se hizo en este mes de marzo.

Según comentan allegados al jefe comunal, la estrategia de Garro en ese sentido consiste en “jugar a dos puntas, dejar que quienes responden a Bullrich y Pichetto trabajen con estrategias propias para después optar por el mejor armado”.

Efectivamente, Lugli y Palummo llevan a cabo sus planes para intentar estar en la consideración del intendente llegado el momento de conformar las listas de candidatos por el oficialismo.

En ese camino, algo salió mal: el último jueves, Bullrich estuvo en La Plata para presentar su libro “Guerra sin Cuartel”. Como era de esperar, compartió el acto con Garro y su “principal y directo referente en La Plata” (así le gusta presentarse) Palummo, quien empañó esa visita con un comentario repudiado por casi todo el arco político: “A esta inmundicia no la puedo ni ver”, ¿Y si mejor la echamos de la Ciudad de La Plata a esta desvergonzada, cómplice de los delincuentes de este país? Sería más lógico”, escribió en su cuenta de Facebook. La destinataria de esa virulencia era, nada más y nada menos, que la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.

El cimbronazo que generó esa agresión de Palummo llegó hasta el propio Garro, quien lo desacreditó pero no lo despidió, tal como se lo exigieron desde varios sectores que vieron en su actitud una forma de avalar aquellas expresiones negacionistas.

Alejados de los escándalos, en tanto, el pichettista Lugli sigue en su estrategia de captación de militantes y también de futuros votantes. Pero para ese objetivo no está solo, dado que cuenta con el fuerte respaldo de la Agrupación Renovación y Militancia que conduce Cristian Pérez, además de otros referentes regionales como Julio Lamarque y el ex consejero escolar Guillermo Correa.

Por lo bajo, el pichettismo platense cree que “gracias al favor” que les hizo Palummo, se siente fortalecido en la interna de Juntos por el Cambio.

 

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