12.3.2025. Se trata de una enfermedad altamente contagiosa que afecta principalmente a los niños. Gracias a la vacunación en 2016 el continente americano fue declarado libre de esta enfermedad, pero debido a la caída de las inmunizaciones el virus ha comenzado a circular nuevamente.
El resurgimiento del sarampión en la región de las Américas ha encendido las alertas sanitarias. El 28 de febrero de 2025, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió una alerta epidemiológica tras confirmarse 268 casos, incluyendo una defunción, en Argentina, Canadá, Estados Unidos y México hasta febrero 2025.
Para la doctora Daniela Hozbor, docente de la facultad de Ciencias Exactas de la UNLP e investigadora del CONICET, este incremento es significativo en comparación con el mismo período de 2024, cuando se registraron solo 60 casos. En particular, Estados Unidos enfrenta brotes en varios estados, con 146 casos confirmados en Texas desde finales de enero y la primera muerte infantil por sarampión en una década. Canadá ha reportado 95 casos en los primeros meses de 2025, casi alcanzando el total del año anterior. Mientras que en Argentina, hasta febrero de 2025, se han registrado seis casos en la Ciudad de Buenos Aires, con un paciente hospitalizado por neumonía y el resto manejado de manera ambulatoria con evolución favorable.
A fines de 2024, nueve países europeos informaron 146 casos, mientras que, en los primeros meses de 2025, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) identificó 1.118 nuevos casos en nueve países de la UE.
¿Qué es el Sarampión?
La especialista explicó que “es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta principalmente a niños, aunque puede manifestarse en cualquier edad. Se transmite por secreciones respiratorias y se presenta con fiebre alta, tos, conjuntivitis y exantema maculopapular. Aunque la mayoría de los casos se resuelven sin complicaciones, el sarampión puede provocar neumonía, encefalitis y, en casos graves, la muerte, especialmente en menores de cinco años y personas inmunocomprometidas”.
La importancia de la vacunación
Para Hozbor es fundamental tener presente que “la disminución de la cobertura de vacunación sigue siendo una de las principales causas de los brotes actuales. La desinformación y la reticencia a la vacunación han debilitado la inmunidad colectiva, facilitando la propagación del virus. La OPS y la OMS recomiendan mantener coberturas del 95% o más para evitar futuros brotes y proteger a las poblaciones vulnerables”.
La prevención no resulta complicada, según la docente, “la estrategia es la vacunación. La vacuna triple viral (sarampión, rubéola y paperas, SRP), introducida en la década de 1960, ha demostrado una alta efectividad. Se administra en dos dosis: la primera entre los 12 y 15 meses y la segunda entre los 4 y 6 años. Los adultos sin evidencia de inmunidad también deben recibir la vacuna”. Mientras que, en el contexto epidemiológico actual, se recomienda la aplicación de dosis adicionales en situaciones de brotes o para viajeros a zonas de alta circulación viral.