Jueves 3.7.2025
18.9.2019. El 17 de noviembre de 2018, Leonardo Soto fue hasta la casa de su ex esposa, Natalia Ludmila Montenegro. Su intención era poder estar con su hijo, a quien no veía desde hacía unos veinte días.
“Como ella no me lo traía a mi casa, decido ir con un remis a la de ella para llevarles las cosas de nuestro hijo”, le dijo Soto a este portal.
Según recuerda, al llegar al domicilio de su ex esposa sale el padre, quien le dice que la mujer no estaba. “Me dijo que yo no tenía nada que hacer ahí”, agregó.
Soto –que es agente del Servicio Penitenciario Bonaerense- manifestó que cuando está por subir al remis para volver “escucho un llanto, que era mi hijo”.
“Me vuelvo y golpeo las manos otra vez y vuelve a salir el padre de Natalia, pero detrás de él aparece ella y viene de modo prepotente hacia mí y el hombre se retira”, indicó Soto.
Montenegro es oficial de la Policía Local de Florencio Varela. Según el relato de Soto, en ese momento salió de su casa con el arma reglamentaria en la mano, le apunta y le dice que se retire.
“Si no te vas, te pego un tiro”, dice que le dijo.
Sin embargo, sucedió algo inesperado: “Me apunta con el arma, efectúa un disparo hacia mi persona que por suerte no llega a impactarme”, expresó el penitenciario, quien agregó que de inmediato llamó al 911 para dejar asentado lo sucedido, pero “el móvil nunca apareció”.
“Voy a la comisaría de la mujer de Florencio Varela ese mismo día y recién un 21 de noviembre me toman la denuncia, que se caratula amenazas agravadas en la UFI 10 de esa ciudad”, sostuvo Soto.
Luego de ese trámite, Montenegro fue denunciada en la Dirección de Asuntos Internos, y quien tomó el caso fue el secretario Gabriel Auleda”, indicó.
Sin embargo, Soto dice que “después de que la denuncié tuve amenazas por teléfono y aprietes de los compañeros de ella, de la Policía Local y hasta tuve un móvil en la esquina de mi casa que me seguía hastami domicilio”.
“Ella me hizo una restricción para que no me acerque a mi hijo, pero estando la restricción se abusa porque me amenaza en persona y todo lo hacen sus uniformados amigos”, señaló.
En otro aspecto, Soto indicó que “el juez de Garantías N° 8 de Florencio Varela, Marcelo Villagra, hizo lugar a los comentarios de ella, como que soy un peligro por permanecer en el Servicio Penitenciario Bonaerense, y no tomó en cuenta las denuncias que tiene ella en la UFI y decidió que haya impedimento de contacto con mi hijo”.
“Sigo teniendo aprietes de los policías Locales de Florencio Varela y todavía no tengo respuesta alguna de las UFIs (tiene ocho denuncias) y de Asuntos Internos, en donde pedí hablar con la máxima autoridad, Guillermo Berra, pero nada me responden”, declaró Soto.
Por último, el agente del SPB sostuvo que su hijo “vive en un ambiente con exposición de armas tanto de Natalia Montenegro como de su familia, también denunciada por violencia infantil, y por eso temo por su vida”.
