Viernes 26.4.2024
19.8.2019. Mientras la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) desarrolla un catálogo de cavas que incluye la ubicación exacta de cada una de ellas y sus características físicas, ambientales, sociales y paisajísticas; en el Concejo Deliberante de dicha ciudad se hizo eco de una denuncia de vecinos de la localidad de Hernández y reclamó al Gobierno municipal que informe respecto a la quema de basura en una cantera allí ubicada.
Al respecto, el concejal por el Partido GEN, Gastón Crespo, elevó al Ejecutivo municipal un pedido de informes sobre una nueva quema de basura en la cantera de Hernández denunciada por la Asamblea de vecinos agrupados por esa causa. El hecho de respirar la combustión de basura que de allí emana fue el motivo de alerta vecinal.
Ese gran basural a cielo abierto en cuestión va desde las calles 25 a 31 y desde 514 a 520.
“La cantera deja en evidencia la negligencia del municipio, que es responsable de las toneladas de residuos sólidos urbanos y volquetes con todo tipo de basura que se descargan diariamente en el predio sin ningún tipo de control”, afirmó Crespo.
Al respecto, el concejal de la oposición sostuvo que “en plena campaña de 2015 el intendente Julio Garro firmó un compromiso para su saneamiento y cuatro años después, nada de esto ocurrió”.
Catálogo
“Los terrenos de la periferia de La Plata experimentan desde hace muchos años un descontrolado incremento de ocupación que, además de generar conflictos ambientales y urbanos, produce numerosas y profundas extracciones de tierra para la construcción de nuevas viviendas, obras de infraestructura y rellenos”.
De esa manera, desde la UNLP se anunció que está desarrollando un catálogo de cavas elaborado en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo a través del Instituto de Políticas del Ambiente Construido (IIPAC- UNLP-CONICET) y en conjunto con el Instituto de Geomorfología y Suelos (IGS-CISAUA- UNLP).
Al respecto, consideraron que las actividades extractivas generan cavas, también llamadas canteras, que no son más que “gigantescos pozos o depresiones en el terreno que proliferaron sin control, degradando el suelo, acumulando grandes volúmenes de agua por invasión freática y generando serios peligros de derrumbe”.
“Además, se han convertido en una verdadera invitación para el surgimiento de basurales clandestinos que ponen en riesgo la salud y seguridad de los vecinos”, aclararon.
María Elisa Cremaschi, la investigadora que lleva a cabo el trabajo, explicó que “en la actualidad el número de cavas se sigue incrementando, en la periferia detectamos más de 100 cavas con características muy variables entre ellas. Las superficies varían entre 0,1 y 21 hectáreas, mientras que las profundidades van de 1 a 20 metros aproximadamente”.
“La gran mayoría se encuentran abandonadas y lindan con zonas residenciales y asentamientos precarios. Muchas presentan laderas casi verticales, basura y/o agua en su interior que en épocas de verano se convierten en balnearios improvisados que son muy riesgosos para la población que ya se han cobrado numerosas víctimas fatales”, agregó Cremaschi.
Cabe destacar que la investigación de la UNLP aborda la temática desde una mirada “de Paisaje” para abordar el tema de modo integral por medio de la construcción de un catálogo de cavas orientado a determinar el grado de vulnerabilidad socio-ambiental e identificar estrategias para mitigar estas áreas degradadas.
La construcción del catálogo contribuye al análisis, reconocimiento y valoración de las cavas de la periferia de ciudad, para poder determinar estrategias de intervención para su recuperación y de esta manera colaborar en la aplicación de políticas territoriales, acciones de planificación y ordenamiento.
