Susana ignorante, Marley torpe, Chiche maltratador, Iúdica gritón, Lozano vulgar (y sigue la lista)
En muchos casos, es mejor apagada.

Susana ignorante, Marley torpe, Chiche maltratador, Iúdica gritón, Lozano vulgar (y sigue la lista)

6.8.2020. Sí, la lista sigue. Eso es apenas un comienzo de la patética imagen que están dando varios programas de la televisión argentina, sus conductores y conductoras, artistas y “mediáticas/mediáticos”.

La televisión -muy por encima de la radio y de la gráfica- es el medio de comunicación que más responsabilidad le cabe en la consagración de una decadencia social cada vez mayor, en donde la violencia pasó a ser moneda común.

Si hay algo de lo que no se pueden quejar quienes hacen televisión es de la fidelidad y la paciencia que tienen cada una de las personas que deciden sentarse frente a un televisor para intentar pasar un buen momento de distracción. Aunque, como en todos los órdenes de la vida, todo puede llegar al límite de la saturación.

¿Hasta cuándo las personas que se sientan frente al televisor para pasar un buen momento tienen que seguir bancándose tanta mediocridad?

¿Por qué hay que seguir aguantando tanta violencia, tantas amenazas, tantos enfrentamientos y desafíos al aire?

¿En dónde se ha visto que cada televidente tenga que soportar, diariamente, cómo el inentendible conductor Chiche Gelblung maltrata a sus colaboradores porque no se escucha bien un audio o porque una imagen no era la correspondiente al tema analizado?.

¿Por qué hay que escuchar los gritos de Mariano Iúdica cada vez que habla?

¿Por qué hay que soportar, como si fuera un don, las torpezas y burlas de Marley (y las de sus invitadas e invitados) cuando sale a recorrer el mundo?

¿Por qué, al borde de la morbosidad, se difunden hasta el cansancio declaraciones exclusivas de Susana Giménez que dejan en evidencia su ignorancia?

Cada personaje es un fiel exponente de lo que representa, que lo termina demostrando con su proceder ante las cámaras de televisión.

Pero los casos no quedan en esos personajes nombrados. Lamentablemente, sobran:

- La vulgaridad de Verónica Lozano con sus exabruptos

- La risa falsa de Mariana Fabbiani

- Los gritos de Intratables

- Los insultos del propio conductor, Ángel De Brito, a sus panelistas. Y los de sus panelistas a las personas que entrevistan.

- Las estupideces con pretendida gracia de Lizzy Tagliani

- La histeria de Yanina Latorre

- Las amenazas de Luis Ventura

- Las agresiones verbales del economista Javier Milei

- Los “análisis políticos” de Luis Majul

- Los escándalos familiares y la mediocridad de Carmen Barbieri

- Los “pará, pará” o “Vos me estás diciendo” de Alejandro Fantino

- Las idioteces de Charlotte Caniggia

- Las idioteces de Alex Caniggia

- Las fuertes discusiones de Jorge Rial con sus colaboradores

- La pachorra de Nicolás Wiñazki

- Las permanentes interrupciones de Viviana Canosa a sus invitadas e invitados con el único fin de un pretendido lucimiento verbal

- El lenguaje y los hechos violentos protagonizados por Cinthia Fernández

- La “graciosa ignorancia” de Vicky Xipolitakis

- La impunidad verbal de Moria Casán

- Los insultos de Baby Etchecopar

- Los insultos de Jorge Lanata

- Las amenazas, descuidos hot y llantos de Nazarena Vélez

- Los mensajes violentos de Flavio Mendoza

- Y a no olvidar los golpes que se propinaban los invitados de los programas de Mauro Viale (él mismo protagonizó una pelea con el empresario de la carne Alberto Samid), Anabela Ascar, Marcelo Tinelli (el mencionado Mendoza golpeó una vez al fallecido empresario Ricardo Fort) y Marcelo Polino.

Y la lista violenta sigue...

 

 

Envíe su comentario
.