Jueves 25.4.2024
11.6.2022. El Instituto de la Nueva Edad, que funciona en el marco proporcionado por la Fundación Pro Humanae Vitae de la ciudad de La Plata, llevó a cabo unas jornadas de investigación para determinar cuál es la mirada de distintos sectores de la comunidad acerca de la situación en la que se encuentran las personas adultas mayores y concluyó que las mismas “deben ser consideradas como una contribución a la sociedad, no como una carga”.
En tal sentido, el trabajo realizado sostiene que aunque las personas mayores están en condiciones de ser productivas y aportar al progreso de la sociedad “se encuentran muchas veces marginadas y postergadas por una mirada prejuiciosa, basada solamente en una cuestión de edad”.
“Esa mirada impide a esta franja de la población aportar al bien común, al tiempo que la condena a una indeseada posición pasiva”, agrega el informe del mencionado Instituto.
Al respecto, desde la Fundación se explicó que dichas jornadas tuvieron carácter preparatorio para la organización del Congreso de la Nueva Edad, que el Instituto realizará próximamente en La Plata.
Además, destacaron que el Instituto de la Nueva Edad “persigue el objetivo de echar luz sobre la problemática de esa creciente franja de la población, con el fin de crear conciencia sobre la gravedad de esa injusta discriminación, en la población en general y en especial entre quienes tienen responsabilidades de gobierno, y de esa manera aportar a la generación de condiciones justas y equitativas que posibiliten el pleno desenvolvimiento de los adultos mayores”.
Para la realización de la jornada de investigación se integraron grupos constituidos por personas de diferentes edades y actividades a quienes se les plantearon consignas relacionadas con hasta qué edad se es joven, qué factores son importantes para envejecer en plenitud, si hay diferencias entre durar y vivir, en qué momento se ingresa en la llamada tercera edad, qué condiciones deben darse para vivir plenamente, entre otras.
Del amplio intercambio de opiniones que tuvo lugar surgieron conclusiones basadas en el convencimiento de que la que la etapa que viven las personas adultas mayores debe ser entendida como un ciclo contributivo, y no como una carga para la sociedad.
Asimismo, se destacó que “es incomprensible que personas que se encuentran en el pleno goce de sus facultades físicas e intelectuales sufran dificultades para reinsertarse laboral y profesionalmente, simplemente por la persistencia de una arcaica mirada prejuiciosa sobre aquellos que han superado los 45 años”.
A manera de síntesis, se puso de relieve la importancia de tener proyectos, y se destacó que las sociedades que han abordado esta problemática con lucidez señalan que es conveniente romper esos viejos paradigmas y abrir nuevas posibilidades para los adultos mayores, ya que “la inteligencia no se jubila”.
