Ley de Turf: La difamación y la falta de interés "agitan" un final intenso
Turf... y políticos en la industria

Ley de Turf: La difamación y la falta de interés "agitan" un final intenso

Texto: Gonzalo Valcarlos.

23.7.2018. Pese al esfuerzo de algunos sectores de la industria en procura de alcanzar un “quiebre” en la postura oficial con relación al proyecto que reduce drásticamente los fondos al turf, el tema “sobrevive” en su marcha sobre andariveles de ignorancia y difamación.

El último debate en la Cámara de Senadores dejó en evidencia a los legisladores oficialistas sobre cuánto saben del tema. Reinó el desconocimiento y nadie del grupo gobernante pudo sostener un fundamento lógico. La mala pronunciación en anexos propios de la actividad, además de una “verba” de malísima calidad en algunas alocuciones, no hicieron más que hundir las esperanzas de las fracciones más vulnerables del medio hípico.

Pero la sucesión de los hechos, a partir de la determinación de la gobernadora María Eugenia Vidal, no fueron suficientes para calar hondo en el sentido colectivo de la sociedad. Apenas algunos interlocutores y referentes conocidos por sus trabajos sociales en otras áreas, que nada tienen en común con la hípica, se hicieron eco de la coyuntura planteada y tomaron una clara postura disidente con el proyecto oficialista.

“Desde siempre este espacio estuvo en contra de fomentar el juego en cualquiera de sus formas”, dicen desde el seno del partido gobernante. La industria hípica NO ES JUEGO. Allí la base de Cambiemos para acordonar y aprisionar uno de los sectores con mayor demanda de mano de obra y generador de ingresos para el erario público.

En la otra vereda, los dirigentes del sector “macro” de la hípica. No están a la altura de las circunstancias. La capacidad de generar debates en foros públicos, adentrarse en los medios masivos de comunicación o la convocatoria de todas las fuerzas vivas productoras del rubro, son todavía materia pendiente. ¿No saben, no quieren, o no pueden…?

Política, turf y algo más. Espantoso resulta también el “silencio ensordecedor” de dirigentes políticos del Pro (y otras fuerzas) que, hasta hace poco tiempo, visitaban gustosos los hipódromos para presenciar la competencia de sus pupilos bajo el patrocinio de entrenadores representativos del medio. La actividad celebra la incursión de ese segmento generacional que apoya con sus inversiones tremenda tarea. Hoy ausentes en la “pelea”, o lo que es peor, “socios” de una ley que apoya sus bases argumentales en el juego y no en la INDUSTRIA.

Ahora en Diputados vendrá la madre de las batallas. Mientras la cuestión de fondo sigue sin generar un debate veraz en alas de alcanzar un acercamiento genuino de todas las partes actuantes. “Si no conseguimos los números se pospondrá el tratamiento para el año entrante”, dijeron fuentes afines al proyecto de la gobernadora Vidal.

Estirar la agonía sólo multiplicará los efectos adversos de un “capricho”. Urge la necesidad de un acuerdo, pero con plataformas sustentables en el tiempo.

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