Viernes 10.5.2024
22.10.2019. El Golf de Villa Adelina, en San Isidro, es un predio de más de 22 hectáreas ubicado entre Colectora Oeste de Panamericana, Fondo de la Legua, Drago y José María Moreno.
El predio, de más de 35 hectáreas en total sumadas las demás dependencias, fue expropiado por el Estado Nacional y cedido a la Armada Argentina a mediados del siglo XX.
Allí, la Armada hizo viviendas para sus camaradas con un campo de Golf. También tenía un restaurante, bar y boliche bailable, que había sido concesionado y lo explotaba una familia amiga del intendente Gustavo Posse.
Ya en la época del Gobierno nacional de Carlos Menem quiso venderlo su ministro de Economía, Domingo Cavallo. Posteriormente también quiso venderse en épocas de Cristina Fernandez de Kirchner. En aquel momento, allá por los años 2009/10, el Municipio logró desalentar la venta y logró un cambio de zonificación en el Concejo Deliberante que no lo hacía apto para el desarrollo comercial y de viviendas.
Pero los tiempos cambian. Y hace casi dos años el Gobierno nacional de Mauricio Macri y el intendente Posse habían acordado la venta del treinta y cinco por ciento (35 %) del predio de más de 22 hectareas que ocupa el Golf de Villa Adelina. El Municipio gastó fortunas en publicidad para comunicar el logro, hasta en publicidad en el estadio de Boca Juniors y las transmisiones del fútbol apareció la propaganda.
Pero como se dice en la jerga para todos entendible, el tiro “le salió por la culata”. Una fuerte oposición vecinal, sumado al apoyo de concejales del peronismo (que como Posse también cambiaron de parecer) y del vecinalismo de Convocación lograron frenar el proyecto de venta y cambio de zonificación que quería hacerse.
La pelea política entre el intendente Gustavo Posse y Ramón Lanús (titular de la Agencia de Administración de Bienes del Estado) también ayudó a frenar el proyecto.
Buenas fuentes también nos informaron que el vecinalista Marcos Hilding Ohlsson, a quien Lanús se alió tras impedirle Cambiemos competir contra Posse, presionó para frenar esta venta que iba contra la voluntad de muchos vecinos.
Consultado, Ohlsson expresó que “es una buena noticia. San Isidro necesita más y mejores espacios verdes públicos”.
“Desde Convocación siempre fuimos coherentes. No existíamos como partido cuando se vendió en épocas de Menem Obras Sanitarias, pero desde ya no estamos de acuerdo y acompañamos la iniciativa del Estado Nacional de recuperarlo”, agregó el dirigente.
Seguidamente, el vecinalista recordó que “nos opusimos a la privatización del Puerto de San Isidro que se quiso hacer allá por 2009, a la pérdida de Bosque Alegre como espacio público, al Estadio Arena que quería hacer Posse en el Centro de San Isidro y también a la venta del Golf de Villa Adelina”.
“Es fundamental que se eleve y sancione la ley que done el Golf al Municipio, solo así tendremos seguridad de que el predio va a ser 100 % espacio verde y público”, concluyó el referente de la oposición sainisidrense.
En tanto, el concejal peronista Fabián Brest expresó en una nota en el medio La Noticia Web: “Consideramos un gran logro de los vecinos, que Municipio y Nación, se sienten a pensar y decidir a favor del reclamo legítimo de la comunidad”.
“Sin embargo, advertimos con el apoyo de los vecinos que es indispensable salir de esta situación de precariedad, y que la Nación y el Municipio se deben comprometer a sancionar normas concretas y tangibles para garantizar que el Golf sea un espacio 100 % verde y público, hecho que ni la AABE ni el Municipio se expresaron a favor explícitamente”, agregó Brest.
Ahora se acordó transferir de manera precaria el inmueble al Municipio para su uso y mantenimiento exclusivamente como espacio verde público. Pero esa transferencia puede ser revocada por decisión del Ejecutivo Nacional. Entonces, para generar seguridad jurídica, el Gobierno de Macri se comprometió a elevar un proyecto de ley para consolidar la transferencia y que dicho predio sea donado al Municipio con el cargo de espacio verde público.
“Resta esperar que este Gobierno, o el que venga, respeten esta decisión. Y que los políticos de San Isidro no vuelvan a cambiar de opinión según sus conveniencias de circunstanciales de si son o no gobierno. Es un paso importante. Ahora falta la ley”, dijo una alta fuente del Concejo Deliberante.
