Hasta con el aborto, los argentinos nos creemos el centro del mundo
El Papa, en el Foro de Familias.

Hasta con el aborto, los argentinos nos creemos el centro del mundo

Texto: Diego Steiner, especial para Secciones Bonaerenses.

18.7.2018. Aunque en la mayoría del Planeta se cree que la Argentina limita con México, ante las declaraciones del Papa Francisco: “El aborto es como lo que hacían los nazis pero con guantes Blancos", los argentinos sentimos que era un mensaje directo a la media sanción de la ley del aborto en la Cámara de Diputados de la Nación, y así lo hicieron saber todos los medios de prensa argentinos… lo cual dista mucho de ser real.

Esta expresión, en línea con lo que siempre sostuvo la Santa Sede, fue realizado en el encuentro del Foro de Asociaciones Familiares, que está diagramado con esta fecha hace más de un año, en preparación al Encuentro Mundial de las Familias 2018, a realizarse en Dublín.

Tomando en cuenta este “detalle inadvertido por el ego argentino”, aprovechamos para ahondar lo tristemente real del aborto legalizado, lo que sucede principalmente en Europa, ya que la mayoría de las familias reunidas eran europeas y el pensamiento del nacimiento del Holocausto Nazi es conocido por estas.

El Holocausto actual en Europa

1)    Islandia, el país donde el Síndrome de Down está a punto de desaparecer

Los índices se reducen a sólo dos nacimientos por año desde 2010. El laboratorio del Hospital Universitario Landspitali, de Islandia, provee a los padres la información necesaria para saber si el hijo de la madre embarazada posee Síndrome de Down (CBS News).

El motivo que llevó a esa inhóspita isla superdesarrollada a prácticamente terminar con los nacimientos de bebés con ese trastorno cromosomático, no se debe a un descubrimiento médico, sino a que el Estado se puso como objetivo hacer desaparecer los nacimientos por Síndrome de Down, para el año 2020, por medio del aborto “terapéutico”.

El informe original de CBS daba cuenta de que en la actualidad, en Islandia, sólo se registran entre uno y dos nacimientos por año con niños que padecen el síndrome. Pero esto no se explica sino desde la información que los padres poseen mucho antes del parto.

El sistema de salud islandés les ofrece una serie de test para determinar si los fetos poseen algún tipo de dificultad o si presentan alguna enfermedad genética potencial.

Entre un 80 y 85 por ciento de los padres deciden realizarse las pruebas. La mayoría, además, cuando conoce que su hijo tiene altas probabilidades de nacer con Síndrome de Down resuelven interrumpir el embarazo abortando.

Este sistema se repite también en otros países que ven reducir su tasa de niños con diferencias cromosómicas: Estados Unidos, Francia y Dinamarca son algunos de los que más "progresos" realizaron en ese sentido, con el mismo tipo de instrumento: información y aborto.

Indica Hulda Hjartordottir, del Hospital Universitario Landspitali Kari Stefansson, fundador de una empresa dedicada a la genética llamada deCodeGenetics: "Entiendo que hemos básicamente erradicado, casi, el Síndrome de Down en nuestra sociedad. Es muy difícil que haya un chico con el síndrome en Islandia. No creo que haya nada malo en aspirar a tener unos niños saludables”.

En el Hospital Landspitali, Helga Olafsdottir ofrece ayuda a las madres. "No vemos el aborto como un asesinato. Lo vemos como algo a lo que debemos poner fin. Terminamos con una posible vida que podría tener una gran complicación… previniendo el sufrimiento del niño y de la familia. Y creo que es más visto como un derecho que como un asesinato. La vida no es blanca y negro, la vida es gris".

2)    España: Donde el aborto es legal y casi no nacen niños con Síndrome de Down

Es una tendencia que se impone en todo el mundo, según dos expertos españoles: Qué entendemos por “enfermedad” y cuáles de ellas son lo suficientemente graves como para justificar un aborto Hace ya meses que se habla de la posibilidad de un mundo sin Síndrome de Down, o de Edwards, o de Patau.

Peor aún resulta que son en muchos casos los propios médicos quienes incentivan a las madres a abortar. Dinamarca, Francia, Suiza, por ejemplo, adhieren a esta política eugenésica.

Se trata de exámenes prenatales de rutina, utilizados por estos médicos e  incorporados como políticas públicas, presuntamente sanitarias, que conducen a la eliminación masiva de un grupo de personas diferentes, que estarían muy conformes de vivir como son. Si las dejaran, en la Argentina tenemos un gran ejemplo al que ya nos referiremos.

“Esta dolorosa realidad nos hace reflexionar sobre los valores que rigen en nuestra sociedad. Vivimos en un mundo donde predominan la utilidad económica y el hedonismo en tanto búsqueda del placer y el confort. No podemos deshumanizar nuestras leyes ni mercantilizar las relaciones humanas”.

Tomando las palabras del Dr. Peter McParland, obstetra del National Maternal Hospital de Dublín, Irlanda (https://www.youtube.com/watch?v=GC1c3ETy8Jo), pronunciadas en “The Citizens Assembly” (especie de órgano consultivo no partidario), se viralizó en portales, blogs y en medios periodísticos la noticia del “genocidio islandés de los Down”.

En España se ha constatado que la tasa es mucho menor, pasando de 1,5 por millar en el período 1976/1980 a la actual, que ronda los 0,55 por mil y sigue bajando. De hecho, en 2012 nacieron solamente 306 personas con el Síndrome, 304 en 2013, 286 en 2014 y 269 en 2015.

Según Down 21, España sería el país con menos nacimientos de personas Down en relación con su población y se cree que, de mantenerse la tendencia, en unos pocos años podría arribarse a una tasa 0.

En España sólo el 5 por ciento de los niños con esta discapacidad logra ver la luz. La razón es simple: se considera que el Síndrome de Down es una enfermedad, que como tal hay que erradicarla.

José Ramón Amor Pan, doctor en Bioética de La Coruña (España) con dolor comenta: “En mi país hay ginecólogos que en vez de informar a la embarazada sobre el Síndrome de Down intentan persuadirla para que aborte. ¿Cómo podríamos calificar a esa sociedad?, se pregunta. “Nuestra sociedad, en contra de lo que parece -democrática y progresista- no respeta las diferencias; en ese sentido es arcaica”.

3)    El Reino Unido no se queda atrás

En Reino Unido, por ejemplo, el 90% de las personas deciden abortar al enterarse de que su hijo tiene este trastorno genético.

Razib Khan, que en 2014 fue la primera persona en decodificar el genoma completo de uno de sus hijos antes de que naciera para descartar ciertos problemas, cuando Phillips le pregunta qué anomalías exactamente quería evitar, responde que no lo sabía del todo; “las severas, supongo”, añade después.

El Síndrome de Down suele incluirse en ese grupo. Un ejemplo es la legislación británica del aborto, que permite eliminar estos fetos sin límite de plazo. Pero, ¿y si otras “imperfecciones” empiezan a ser consideradas como no tolerables?, se pregunta Phillips. ¿Qué pasaría si las personas cuyos genes indiquen un mayor riesgo de desarrollar trastornos depresivos, autismo, alzhéimer u obesidad fueran también descartadas? ¿No nos estaríamos acercando peligrosamente a la eugenesia?

A la actriz y guionista británica Sally Phillips le cuesta aceptar que haya padres que no quieran tener hijos con Síndrome de Down.

Según cuenta Phillips a la periodista Alison Gee de BBC News Magazine, le preocupa pensar que su hijo Olly, de 12 años de edad y con Síndrome de Down, va a crecer en un mundo donde la gente elige no dar a luz a bebés diagnosticados con esta condición.

El problema, para ella, es si los padres están recibiendo toda la información que necesitan para tomar una decisión informada cuando se enteran que su hijo tiene Síndrome de Down.

"Si te dicen que existe la posibilidad de que tu bebé tenga esta condición, las preguntas que debes hacerte es cómo va a afectar la vida de tu familia y la de tu propio hijo, cuán problemático será para él", dijo.

Y esas preguntas no las puede responder un examen de sangre.

4)    Dinamarca avanza al segundo puesto

Sólo cuatro bebés diagnosticados con Síndrome de Down nacieron el año pasado”, declaró la ministra de Dinamarca, en tono de éxito.

En uno de los países marcados como de los de mejor nivel de vida, con todas las posibilidades sociales y económicas, patria del  escritor más famoso, Hans Christian Andersen, es el autor de los clásicos "El Pato Feo" y "Las ropas nuevas del Emperador". En un país como "esponjoso" es imaginar que las personas con Síndrome de Down tienen las mejores oportunidades de desarrollo.

Sin embargo, no se engañe. El mayor desafío para una persona con Síndrome de Down en Dinamarca es nacer

La cultura que se asienta "el país más feliz en el mundo" cuenta con valores utilitarios que se le atribuye a la persona humana. Si alguien, en la visión utilitarista, presenta alguna deficiencia, automáticamente, pasa a ser desechable. En la concepción danesa -y europea de forma general- las personas ganan su valor por el cumplimiento de ciertos requisitos establecidos por la sociedad para la edad, el sexo, la habilidad, la inteligencia, la raza, etc.

Hitler y los discapacitados: Matar para el bien de la raza-Operación T4

Primavera de 1939. Adolf Hitler recibe una carta de un tal Knauer, de Leipzig. Este es un miembro del partido y tiene un hijo de nueve semanas que ha nacido ciego y contrahecho. El padre solicita al Fuhrer autorización para matar a su hijo por el bien de la raza… Hitler envía a su médico personal, el Dr. Karl Brandt.

Brandt examina a la criatura y da la orden de “liquidarla” a un pediatra de la Universidad de Halle, el Dr. Werner Catel (este afirma que se negó a cumplirla). De un modo u otro, el pequeño Karl Knauer, muere. Fue el primer asesinato “administrativo” del Reich hitleriano.

Aquel día comenzaba un proceso irreversible. En octubre de 1939 Hitler firma un decreto reservado. En él autoriza a Brandt y al Reichsleiter Bouhler para extender el programa de eutanasia a todos los casos que se consideren incurables.

Faltaba metodizar la orden, fabricar un instrumento que pudiese terminar con un cierto número de personas al mismo tiempo. El gabinete personal del Fuhrer consultó al Instituto de Técnica Criminal que aconsejó el gas.

El primer ensayo tuvo lugar en noviembre de 1939 en la prisión de Brandeburgo. Se realizó con cinco polacos que fueron asfixiados mediante óxido de carbono. Uno de los miembros de aquella comisión de ensayo era el doctor en química August Becker (en libertad). El ensayo tuvo franco éxito.

"Las personas con discapacidades físicas y mentales eran vistas como inútiles para la sociedad, una amenaza para la pureza genética aria y, en última instancia, no merecían la vida. Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, las personas que sufrían retrasos mentales, discapacidades físicas o enfermedades mentales eran perseguidas para asesinarlas en el marco de lo que los nazis llamaban programa T4 o de eutanasia".

El programa de "eutanasia" requería la cooperación de muchos médicos alemanes que revisaban los expedientes médicos de los pacientes de instituciones para determinar qué personas con discapacidades o enfermedades mentales debían ser asesinadas. Los médicos también supervisaban los asesinatos reales. Los pacientes condenados eran transferidos a seis instituciones de Alemania y Austria, donde eran asesinados en cámaras de gas construidas especialmente para ese fin. Los bebés y los niños pequeños que tenían discapacidades también eran asesinados mediante una dosis letal de drogas o por inanición. Los cuerpos de las víctimas eran quemados en grandes hornos a los que se llamaba crematorios.

El programa T4 se convirtió en el modelo para el asesinato en masa de judíos, romaníes (gitanos) y otros grupos en campos equipados con cámaras de gas que los Nazis abrirían en 1941 y 1942. El programa también sirvió como capacitación para los miembros de las SS que se hacían cargo de estos campos.

¿Entendemos ahora qué les dijo el Papa Francisco a las familias?

Dijo a las familias, la mayoría europeas, que conocen bien esta realidad histórica (a pesar de creer que lo decía a nosotros, no somos el ombligo del mundo): "El siglo pasado todo el mundo era escandalizado por lo que hacían los nazis para cuidar la pureza de la raza. Hoy hacemos lo mismo pero con guantes blancos".

“He escuchado decir que está de moda, o al menos es habitual, en los primeros meses de gestación hacer ciertos exámenes, para ver si el niño no está bien o tiene algún problema. La primera propuesta en ese caso es ‘¿lo rechazamos?’”, lamentó

Sabiendo lo que ahora sabemos… ¿Están lejos de la realidad las palabras del Papa Francisco?.... ¿Qué hubiera hecho Hitler si contaba con los modernos estudios prenatales y el aborto?…. Se hubiera ahorrado las cámaras de gas.

Agregó Francisco: "Está de moda, es habitual. Cuando en el embarazo se ve que quizás el niño no está bien o viene con cualquier cosa: la primera oferta es '¿lo tiramos?'. El homicidio de los chicos. Para resolver una vida tranquila, se tira un inocente”, expresó Jorge Bergoglio.

El Papa intentó dimensionar la práctica de los abortos "selectivos" con otro ejemplo histórico: "Cuando de chicos la maestra nos enseñaba lo que hacían los espartanos cuando nacía un niño con malformaciones: lo llevaban al monte y lo tiraban para abajo para cuidar la pureza de la raza. “Y nosotros quedábamos perplejos. ¡Pero cómo se puede hacer eso, pobres niños!. Es una atrocidad. Hoy hacemos lo mismo”. Hoy hacemos lo mismo. Una atrocidad".

Su Santidad opinó que resulta "una atrocidad" el hecho de "tirar un inocente para resolver una vida tranquila".

¿Está lejos de la realidad el pensamiento expresado por el Papa Francisco? ¿O nos ganó la ignorancia y el ego?

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