Miércoles 24.4.2024
22.8.2019. Colchones, cartones, frazadas, sábanas, nylon, algunas prendas sueltas. Todo desordenado en el piso, pésimas condiciones higiénicas, con restos de alimentos y envoltorios desparramados.
La escena es en la intersección de las calles 8 y 42, lo que era un pequeño hall de entrada a un edificio ubicado a metros de la zona céntrica y comercial de la ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires.
A simple vista, podría decirse que el combate contra la pobreza y la indigencia está perdido. Y si alguien tiene una mirada optimista a la situación podrá sostener que los esfuerzos para cambiar algunas realidades están en marcha.
En definitiva, ambas posturas terminan siendo el reflejo de las diferencias que al fin y al cabo no resuelven esa situación desesperante en la que viven millones de argentinos.
Según datos oficiales de este año, 14,3 millones de personas en el país son pobres, casi 3 millones más que en 2018. Y los indigentes –quienes no tienen ingresos suficientes para hacer frente a las necesidades alimenticias– representan casi 3 millones de personas.
El gobierno del presidente Mauricio Macri llegó al poder en diciembre de 2015 con un lema de campaña: “Pobreza Cero”. Esa muletilla fue repetida de manera incansable por la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal y el intendente de La Plata, Julio Garro, cada vez que les tocó encabezar un acto público en la ciudad.
